jueves, septiembre 11, 2008

Cursar en la UBA:

Cursar en la UBA hoy es: cagarse de calor en verano porque no hay ventiladores, cagarse de frio en invierno porque no hay estufas ni gas, sentarse en el piso porque no entramos en un aula para 20 ocupada por 50, escuchar a un profesor a 15 metros durante dos horas sin micrófono y con las ventanas rotas que filtran por sus agujeros el ruido de la calle. O, cuando hay micrófono, las radios clandestinas que se acoplan. Que haya una o dos teles, uno o dos enchufes mas o menos “seguros”, que haya un video ¿DVD? ¿Qué es eso? Que no haya computadoras para usar, ni máquinas expendedoras de nada (como en la facultad de derecho, ni hablemos de pileta), que haya una sola persona que se encargue de limpiar los cinco pisos de la facultad a veinte aulas por piso, mas pasillos, mas baños, mas tachos, mas 40.000 que ensucian. Que a los profesores no les paguen ni les aumenten, que se den clases en la calle para protestar, que hace 5 años que prometieron un edificio único para Sociales y todavía siga siendo una vieja fábrica dónde, encima, se dan algunas clases. Que las materias no salgan porque hay pocas ofertas y se llenan rápido los cupos. Que no haya mas ofertas porque no hay mas aulas, porque no hay mas plata para hacerlas, ni para pagarle a los profesores por una comisión nueva. Que haya que esperar hasta 9 horas para rendir un examen final. Que por más que el reglamento lo exija, no haya más de un teórico por materia para tener en cuenta a los chicos que trabajan ni se tomen recuperatorios. Que nadie escuche. Que se diga que la deserción es porque no se quiere estudiar. Que los que trabajan o las madres no tengan prioridad en las inscripciones. Que al final del cuatrimestre te digan que no figurás en la materia que acabás de aprobar. Que los techos se caigan, las paredes sean de ladrillo y haya fierros peligrosos de la vieja fábrica por todos lados. Que no haya ningún matafuego, ni salido de emergencia. Que se llueva todo cuando llueve. Que en la hemeroteca no haya videos. Que tarden 15 días en hacerte un certificado para el trabajo. Que te den una libreta provisoria para anotar las notas, para hacerte una revisación médica que dura un año para poder pedir la libreta nueva –que tarda 6 meses- para después perseguir a los profesores para que te firmen la libreta original si es que todavía están en la facultad si no les cerraros la cátedra o la comisión. Que te pierdan las notas, que no te corrijan, que te puteen, te aprueben o te bochen, a veces, bajo raros fundamentos. Que seas un número más. Que la educación esté como está. Que no haya plata para aprender. Que la gente repita y repita, con los medios, que los chicos no quieren aprender. Y en el medio de todo eso, haya que tratar de aprender algo. Cualquiera que dure ahí mas de dos meses es, creo, porque quiere, tiene, necesita aprender. Y necesita del mayor derecho que tenemos: la universidad pública. Eso que no tiene precio, que todavía no tiene precio. Tenemos derecho a aprender, no a que nos ganen por cansancio. Y sino tenés las privadas y va a pasar lo mismo que con el teléfono, la luz, el gas, los canales de tv, las ondas radioeléctricas, el servicio de salud, etc. Cuidemos lo público, incentivemos la educación, enseñemos a aprender, enseñemos a educar, enseñemos a entender y a no repetir ciegamente, que los chicos no quieren estudiar.

F.L.B. (1/6/08)

4 comentarios:

Francisco Lanús Büll dijo...

Hace un tiempo, leyendo en un diario estas cuestiones del acelerador de partículas que podrían llegar a recrear el famoso Big Bang -además se encendió hace tan sólo un par de días- no puede evitar notar algo. Hay, por lo menos, 10 argentinos en ese experimento. Creo que 8 viajaron y sólo 2 tuvieron que quedarse en Argentina. He aquí la cuestión: los 10 son egresados de universidades públicas: la UBA y la UNLP. Dos de ellos son profesores e investigadores, los alumnos son lo mejor de lo mejor. Pertenecen a las universidades públicas. Son la excelencia académica que quizás no se manifiesta en aulas rotas o sin luz, en edificios que se caern a pedazos o en sueldos, pero si en contenidos, en ganas, en perseverancia. Ellos son la excelencia académica que tanto se busca: astá ahí delante, solo queda aplaudir.

Belén dijo...

Todo lo que escribis es cierto fran... A veces, de tan estúpidamente incorporado, no lo notamos (va, es imposible no notarlo) o lo pasamos por alto. Con tal de seguir?, supongo. "Cualquiera que dure ahí más de dos meses es, creo, porque quiere, tiene o necesita aprender". Estoy absolutamente convencida de eso; razón más que suficiente para que no te ganen por cansancio.
un beso
por lo menos en esos pasillos nos encontramos cada tanto jaja
que estes bien
BELU

Germán A. Serain dijo...

Fran, no te miento si te digo que al menos yo, para bien o para mal, doy mis clases con muchísimas más ganas en la UBA que en cualquiera de las privadas a las que me he acercado de tanto en tanto.

¿Los motivos, las razones?... No lo sé. Pero hay algo en eso de llevarle la contra a las circunstancias.

Un abrazo. Estás escribiendo textos muy interesantes.

Francisco Lanús Büll dijo...

German!! Que bueno tener noticias tuyas!! Lamento no haber pasado por tu blog ultimamente. Estoy trabado con algunas cosas, laborales, universitarias, emocionales, un poco de todo digamos, por lo que no hago demasiado tiempo para colgarme en internet a leer cosas. De todas maneras prometo acercarme al blog un dia de estos para comentar algo.
Gracias por lo de los textos. Uno hace lo que puede.
Con respecto a lo de la UBA, lo escribì por un par de cartas de lectores que leí, valga la redundancia, en varios diarios capitalinos, en los que se decía que los chicos deberían dedicarse a estudiar. Bueno, me dió bronca. Con respecto a lo que me decís, creo que no sos el único docente que lo hace, sino que hay muchos que piensan como vos, y lo mismo puedo decir de los alumnos. justamente por eso, para mi, decir que estudio en la UBA, es un orgullo. Por todo lo que uno pasam por todo lo que uno se esfueza y porque uno sabe que no es el único, que es la sumatoria de esfuerzos lo que hace a la universidad pública. Pero bueno, cuando uno lee que los chicos no quieren estudiar como una generalización universal, se enoja un poco.
Gusto leerte. Abrazo!!