jueves, noviembre 01, 2007

Hay cosas que no tienen nombre

"Debo confesar que nací a una edad muy temprana" G. Marx

Hola amigo, viejo amigo, compañero de ruta, amigo íntimo, mal amigo, a vos te escribo porque no tengo a nadie más, porque necesito hablar y contarte lo que me pasa. Dirás que sí, que me escuchas pero no estás cerca y entonces es lo mismo. La comunicación -esos modos ajenos extraños nos alejan- es quizás en este momento un arma de juguete. Pero vos ya lo sabés y creo que no necesito decirte como me siento porque vos también te sentís así, vacío, solo, desorientado. Vos ya lo sabés. Hay tantas cosas que prefiero en este momento, tantas que desdeño. Se compensan por momentos, cuando no, se desequilibran y voltean el pequeño mundo interno. Pero a vos que te voy a contar si estas ahí siempre, a mi lado, amigo fiel, mi Sancho fiel. Cuan frágil es el universo, cuanto de nada hay en él; cuanto vacío me rodea. Las ideas me retumban como martillazos en la pared y solo escucho silencio, nadie que nos oiga y más silencio. No hay, ni siquiera, el propio eco. No hay, ni siquiera, una razón pura concreta exacta por qué llorar. Pero te lo cuento a vos y solo a vos mi joven ideal, alma gemela, pequeña flor de potus que naces en el medio de una calle imposible. Cigarrillo de madera, trapo viejo, húmedo, esperando la salida del sol para secarse un poco más, tan sólo un poco mas antes de quebrar en llanto. Te lo escribo a vos porque se que vas a contestarme, tarde a temprano y robarme de este silencio que me atormenta. Este silencio que no me deja dormir, este vacío crudo, florecido, que recorre cada rincón de mi ropero viejo. Sos vos mi pensamiento y mi realización, sos vos que me da fuerzas para continuar. Quién mas si no sos vos?! Quién mas?! Nadie más. Nadie mas puede decirme el sin sentido de este cigarrillo, el sin sentido de esta soledad que me persigue y me acompaña y entonces no es soledad, es un camino de a dos, yo y mi soledad, mi soledad y yo, juntos, de la mano, almas gemelas, conversando, dándose fuerzas para seguir. Somos tan patéticos vos y yo, mi amigo hermano gemelo, mi yo sin mi, mi vos sin mí, sin vos, sin nadie, sin hombro dónde llorar.

F.L.B. (28/10/07)

No hay comentarios: