Para A.T. : Los pesamientos son, a veces, tantos.
Escuché tu llanto desesperado, tu pedido de auxilio, tu esperanza. Corrí a buscarte entre las sombras. Corrí hacia todos lados en la densa oscuridad. Grité tu nombre y tu nombre tantas veces que jamás lo olvidaré. Tome por la espalda a tantos que no eran, seguí buscando, perdido, alguna luz. Me aferré a muchas cosas.
Siempre valió la pena pensarte. Siempre valió la pena mirarte mientras estabas cerca. Siempre pienso que la pena vale, que lo que no vale es la pérdida, la falta innecesaria.
Y pensar que habíamos discutido, que la distancia nos dividió. Pensar que las palabras no llegan tan lejos, que se pierden a los pocos metros y se convierten en polvo, aire o pasan a formar parte de alguna otra cosa, de algo más pequeño quizás. Y pensar que hablamos un día antes, pidiéndonos perdón en silencio, conjugando una disculpa mutua. Pensar que sentí la necesidad de hablarte, de decirte que te quiero y preguntarte como estabas. Pensar que te dijimos que no fueras, sin saberlo, por otras razones. Pensar en lo impensado era tan posible, tan fácil: demasiado fácil para pensarlo.
Esa noche escuché tu llanto desesperado, tu agonía, tu resignación. Escuché cuando caíste y te perdiste entre la masa. Escuché, entre las voces del planeta, tu silencio desgarrador.
Nunca pude encontrarte. Jamás volví a verte sino en escasos recuerdos.
Nunca pude encontrar, tampoco, una razón.
3 comentarios:
Te comento aca, pero en relacion a todos.
Excelente, me dajas sin palabras una ves mas.
Se nota mucho tu maduración en tantos sentidos y me da una alegria inmensa.
Beso
bueno Andy, ya sabés lo agradecido que estoy, y si no lo sabés, sabelo: gracias.
2cosas.
1 Mandame la dire de tu blog así la publico acá que debe estar tremendo.
2 Cualqueir texto que quieras...mandalo...también lo sabés.
Finalmente no me queda nada mas para decir que gracias.
me encanta como escribes! tienes gran futuro!
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